22 de noviembre de 2015

La placa a los náufragos del bote San Blas

Placa en el cementerio (www.historiasdeerandio.blogspot.com)
Hace ya varias semanas que un lector del blog me escribió contándome de la existencia de una placa en el cementerio de San Agustín, que hacía referencia a un naufragio y haber si sabía algo al respecto.

La verdad es que no tenía ni idea, asi que me acerqué al cementerio y vi la placa. Efectivamente, en la misma se puede leer lo siguiente: El Ayuntamiento y Pueblo de Erandio dedican este cariñoso recuerdo a las infelices víctimas del naufragio del bote San Blas ocurrido la noche del 27 de febrero de 1906 / Ignacio Zarandona, Román Martín, Epifanio Michelena, Felix Gimenez, Jose Abella, Emeterio Blanco, Isidra Echeverri, Raimunda Goicuria, Teodora del Olmo.

Como bien dice la placa, el suceso se produjo en el Erandio de principios de siglo, cuando el pueblo, la vega de Altzaga principalmente, estaba experimentando un proceso de industrialización veloz que hará que se produzcan numerosos cambios en diversos ámbitos. Uno será el aumento de tráfico por la ría del Nervión. Como consecuencia serán numerosos los accidentes de barcos que se producen, las crónicas de la época hacen contínuas referencias a incidentes que se producían en la ría, de hecho dos días antes de este penoso suceso se había producido una colisión entre dos vapores en frente del embacadero de Altzaga. 

Noticia aparecida en La Epoca. 28-2-1906
Pero también como consecuencia de este nuevo contexto social y económico, en la que buena parte de los vecinos de Altzaga trabajaban en la otra orilla, estaba en alza el negocio de dar servicios de pasaje en la ría, en la que poco a poco irá dando trabajo a un número reseñable de vecinos, puesto que el servicio permitía relacionar un enlace cómodo y frecuente con la otra parte de la orilla. Al principio este servicio estaba mal reglado, y se solía hacer con embarcaciones que no tenían por qué cumplir ningún requisito de seguridad, y podían ser embarcacones viejas. Durante los primeros años, el servicio se hacía en muy malas condiciones. Será con el tiempo, y en buena medida a partir de este accidente, cuando se vayan haciendo regulaciones en este sentido. Este servicio se va a dar desde el muelle de Altzaga, pero años después se extendería también a los muelles de Axpe y Lutxana, desde donde se realizarán pasajes a la margen izquierda, si bien es cierto que el mayor volumen de ellos, así como de personas, se harán siempre desde Altzaga, de tal forma que a principios de los años 20 llegaría a haber un total de dieciocho botes haciendo pasajes desde Erandio.

Noticia aparecida en La Vanguardia. 1-3-1906
Pero volviendo al 1906, y en este contexto de flujo de personas, así como en el caso que nos ocupa, un grupo de vecinos de Erandio van a pasar la ría, después de comer, para asistir a las fiestas de carnavales de Barakaldo. La embarcación era uno de esos botes que avanzaba a remo y que hacían servicio de pasaje entre las dos orillas, desde el embarcadero de Altzaga, el San Blas que estaba pilotado por Ignacio Zarandona. Los jóvenes estarán toda la tarde en la localidad y ya de noche deciden volver para Erandio. De nuevo embarcan en el San Blas, que con 19 personas acabará hundiéndose en mitad de la travesía. Parece ser que cuatro personas al subirse y ver que entraba agua en la embarcación habían decidido quedarse en la orilla burlando la catástrofe.

Según las crónicas de la época, ya que este succeso apareció en varios periódicos de tirada nacional, la embarcación era vieja y habían embarcado más gente de lo permitido, algo que como hemos apuntado era habitual. Según cuentan los periódicos del momento, los gritos de socorro en mitad de la oscuridad de la noche no fueron atendidos en un principio, puesto que muchos testigos pensaban que eran bromas propias del ambiente festivo que se estaba viviendo. Aun así, finalmente aparecerán varios botes que lograrán socorrer a otros erandiotarras, como Pedro Zubizarreta, que era maquinista de un vapor, Felipe Begoña, Hipólito Guinea, Gregorio Heroso, Mariano Iturbe y  Juan Trota, novio de Teodora del Olmo de dieciocho años a la que estuvo sujetando en la superficie del agua hasta que le pudo la falta de fuerza y tuvo que dejarla ahogar, si bien puedo salvar a Raimunda Goicuria, amiga de Teodora, que fallecería momentos después. Durante las horas siguientes hubo cierta confusión en cuanto al total de las víctimas que habían fallecido ahogadas.

Noticia aparecida en El Imparcial. 2-3-1906
La noticia de la catástrofe sacudirá terriblemente a los vecinos del pueblo. Se cerrarán comercios y separalizará la actividad fabril del pueblo como señal de duelo. El Ayuntamiento de Erandio celebrará una sesión extraordinaria el 1 de marzo en la que se decidió dedicar una placa en el cementerio de San Agustín, que es la que actualmente está, así como diversos actos de pésame. 
En el mismo pleno se acordaba dar un voto de gracias al gobernador civil de la provincia por los socorros que facilitó a la viuda del patrón Ignacio Zarandona. Se acuerda rogar al Gobierno que conceda cruces de beneficiencia a Andrés Michelena, José Eizaguirre, Francisco Manzanata, Paulino Crespo y Timoteo Anasagasti, por los actos heroícos realizados a salvar a siete náufragos. También se abrirá una suscripción de 500 pesetas para auxiliar a las familias de las victimas, que eran obreras y no tenían muchos recursos y se hará un llamamiento a las autoridades para que adopten medidas encaminadas a evitar la repetición de catástrofes semejantes.
El día en que se celebran los funerales, se paralizará la actividad fábril, talleres y se cerrarán comercios de Erandio y de pueblos contiguos. En las misas solemnes acudirá el obispo de la diócesis, y se invitará a  representantes a cortes y comisiones de ayuntamientos de los pueblos de las márgenes de la ría.

La catástrofe sacaba a la luz, lo que era sabido por todos, y es que el servicio de pasajes apenas se hacía con seguridad. Será entonces cuando desde la comandancia de marina se dicten ciertas medidas para regular el tráfico de personas en estos botes.

El 10 de marzo aun existía una cierta agitación entre los vecinos que pedían más vigilación desde la comandancia de marina para vigilar el estado del servicio de pasaje, y estaban intentando hacer algun tipo de manifestación.


Bibliografía:
El Globo. 1-3-1906. pág 3.
El Imparcial. 2-3-1906. pág 2.
La Correspondencia Militar. 28-2-1906. pág 2.
La Epoca. 28-2-1906. pág 2.
La Vanguardia. 1-3-1906. pág 2.