31 de julio de 2015

Los manantiales de Erandio

Lavadero de Tartanga
En Erandio, los manantiales han jugado un papel fundamental en la vida de los vecinos durante muchos años, siendo las principales fuentes de abastecimiento para ellos desde épocas mediaveles hasta los inicios de la era industrial, cuando con el crecimiento demográfico que experimenta el pueblo, y ante las pobres condiciones habitacionales de muchos vecinos, sea necesario por parte de muchos ir con cantaras a diversos manantiales a abastecerse de agua, especialmente lo más cercanos a las nuevas zonas que se irán poblando.

Actualmente hay censados ocho manantiales en Erandio. En el barrio de Altzaga están el de Bekoetxe y el del lavadero de Tartanga, inaugurado en 1893 para aprovechar las aguas, que servirán para lavar las ropa de muchos de los vecinos del barrio. A principios de los 70 se dejará de usar. (1)
En Astrabudua, se encuentra el manantial de Saliturri, un poco más delante, ya pasando las tres cruces y de camino a Arriaga está el manantial de Txikone, donde en 1935 se propondrá llevar a cabo un lavadero, ya que el Ayuntamiento se hará eco de que eran varias familias de la zona las que hacían uso de sus aguas para limpiar la ropa en casa. El resto de manantiales se encuentran en Gohierri, concretamente el de Urgitxi, Ereatxu, el del parque Akarlanda (que en alguna fuente documental aparece como Aquerlande) y el de Andramariturri, cuyas aguas surtía antiguos molinos, y que en un informe de septiembre de 1889 señalaba la gran cantidad de agua que salía del mismo.

Fuente de Saliturri
El agua que salía de estos manantiales se irá usando en un principio, además para el autoconsumo humano y para lavar en casa o en el propio manantial, para realizar labores agricolas, e incluso como fuerza motriz de algunos antiguos molinos que habían en el pueblo.

Los manantiales durante algún tiempo fueron un aspecto estratégico, y es que eran aguas que no estaban contaminadas, y su uso era esencial. De hecho, hay constancia de que en cierto momento de la primera Guerra Carlista, habrá cierto interés del bando carlista en tener controlados ciertos manantiales del pueblo.

Fuente en el Parque de Akarlanda
A finales del s. XIX, con el boom industrial que vivirá la ría del Nervión y la llegada de nuevos vecinos, habrá un intenso crecimiento demográfico y urbano sin planificar que traerá consigo un aumento de la insalubridad de las aguas y los alimentos. Muchas familias vivirán en casas donde no llegaba el agua, por lo que se tendrán que abastecer en manantiales, muchos de los cuales empezarán a tener ciertos índices de contaminación. Será en estos años cuando se hagan importantes obras hidráulicas de conduciones de aguas y de lavaderos, en el pueblo. Conduciones de agua que irán, por ejemplo desde el arroyo Andramariturri, que toma el nombre de su propio manantial, hasta el barrio de La Campa, donde se construirá un depósito de aguas.
Con el paso de los años, los manantiales van a deja de tener su importancia para la población en general, quedando en desuso la mayor parte de ellos. Actualmente apenas se usan algunos para regar tierras de labranza.


(2) En 1893 se va a dar una sequía notable en el pueblo que hace que desde que las instituciones municipales se tomen ciertas políticas de cara al abastecimeinto del agua. En un informe del arquitecto municipal señalaba que de los manantiales apenas estaba saliendo agua. 












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